sábado, 3 de junio de 2017

Terivison: El caso Sloane.

¡Hola, delicia! Hoy vengo a hablarte de una película que vi hace un par de semanas. Algo que tengo que agradecerle a El Hormiguero, por otro lado. No todos los días hacen mierda, al parecer. Se trata de:


El caso Sloane. Como habrás podido deducir gracias al cartel, El caso Sloane es una película protagonizada por Jessica Chastain (a la que ya habrás visto en Interstellar o Criadas y señoras) en la que da vida a una lobista estadounidense. Por si no lo sabes, los lobbies son los grupos de presión de los gobiernos, los que básicamente ponen y quitan a presidentes o gabinetes enteros con tal de que se protejan sus intereses. El ejemplo más típico de lobby es el pro-armas. Y es, precisamente, este lobby, el que se pone en contacto con el personaje de Jessica Chastain, Elizabeth Sloane, para que consiga el apoyo de las mujeres (las “madres de América”) para las pistolas. Elizabeth se niega a ello y decide abandonar su empresa, una firma multimillonaria, para unirse a un pequeño despacho que lo que busca es, precisamente, lo contrario: conseguir una regulación en el derecho a portar armas reconocido en la Constitución americana.
Si tuviera que definir El caso Sloane con una frase, ésta me sería bien fácil de encontrar: empoderamiento femenino. Ya antes de ver la película, en la promoción de El Hormiguero, Pablo Motos destacaba el papel tan importante de Elizabeth Sloane en su firma. “Los hombres se acojonan escuchando sus tacones por el pasillo, como diciendo «que viene, que viene»”. Jessica incluso apuntaba que “los tacones de ella son como la música de Tiburón”. Y estaban en lo cierto. La película, aunque trata principalmente sobre el papel de los grupos de presión en los Gobiernos, es también un homenaje a todas las mujeres que han conseguido romper el techo de cristal y codearse con la élite a pesar de su sexo. Ellas tendrán que luchar más precisamente por ser mujeres, se encontrarán con mayores obstáculos que sus compañeros… pero serán más fieras sorteándolos
La trama es sencillamente genial, la verdad. Nos encontramos con un conflicto muy importante, y el guión está plagado de giros que no te dejan indiferente. La propia Elizabeth abre la película diciendo cómo es el trabajo de un lobista: básicamente, tienes que joder más a tu contrincante de lo que él te va a joder a ti. Adelantarte a sus movimientos. Y es la capacidad de previsión de Elizabeth lo que la ha convertido en la mejor lobista de todo Estados Unidos. No falta una versión más humana de la posición que defiende Elizabeth, encarnada por la genial Gugu Mbatha-Raw (a la que vi en Belle y, más tarde, en La verdad duele) en el papel de una analista que se sabe todos los datos referentes a la violencia armada de su país.
Las actuaciones son más que buenas; me atrevería, incluso, a decir que el papel de Jessica es el mejor de toda su carrera. Aun incluso estando prácticamente todo el rato en pantalla, no la ves agotada en ningún momento: se nota que ha trabajado el papel y que el personaje le gusta. Es un regalo del cielo, por otro lado, este personaje. No todos los días Hollywood se levanta diciendo “oye, voy a escribir sobre una mujer fuerte e independiente”…
… una verdadera lástima, pero bueno.
Precisamente es la frescura de este personaje lo que más me ha gustado de la película. Su fuerza, su fortaleza y su tesón para enfrentarse a todos los retos que se le pongan por delante. Elizabeth Sloane es la soberana de su vida y la dueña de su destino, y no va a dejar que ningún hombre decida lo que va a ser de ella… o menos, que la joda. Por lo menos, sin joderle ella más a él.
Lo mejor: Jessica Chastain. En sí.
Lo peor: SPOILER A PARTIR DE AQUÍ en un momento dado, parece que la salvación de Elizabeth depende de un hombre, y eso no me ha gustado en absoluto; no me ha parecido consecuente con el personaje. Sin embargo, también es verdad que el momento culminante de la película podría haber llegado aunque los acontecimientos fueran diferentes, con lo que no me atrevo a quejarme mucho FIN DEL SPOILER.
La molécula efervescente: el plot-twist final. No puedo decirte en qué consiste por razones evidentes, pero créeme si te digo que es la digna culminación de una película que te encantará.
Grado cósmico: Estrella galáctica {4.5/5}. Adoro el cine. Adoro el feminismo. Adoro a los personajes femeninos fuertes.

¡Hollywood, dadnos más!

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